La impresión 3D ha significado una mejora en muchas áreas de la ciencia. Gracias a su técnica de elaboración de estructuras, la cual consiste en ir agregando capas de un material por medio de un software teniendo como referencia un diseño computarizado, se han acelerado muchos procesos. Y enfocándonos al área médica, la impresión 3D dio lugar a uno de los desarrollos más innovadores y con uno de los futuros más prometedores para la sociedad. Hablamos de la impresión de órganos, también llamada bioimpresión.
Bioimpresión: un gran avance en la medicina
A grandes rasgos, la bioimpresión es una técnica derivada de la impresión 3D que permite crear estructuras celulares por medio de una sustancias denominadas biotintas, las cuales están cargadas de componentes biológicos, biomateriales y células madre del paciente. Utilizando el método de impresión capa por capa, depositando las biotintas sobre un tipo de andamiaje biológico como el colágeno, se logra obtener un tejido natural en tres dimensiones.
La forma tradicional de obtener un órgano o tejido artificial de la ingeniería de tejidos consistía en sembrar células en una estructura de soporte sólido conformada por poros conectados entre sí. Esta estructura se utiliza como molde para el crecimiento celular y debe mantener su forma en todo el desarrollo. Este proceso se conoce como cultivo de órganos. Ahora, con la tecnología de impresión 3D se puede realizar la siembra simultánea de células vivas y crear estructuras añadiendo capas de material biológico con una precisión increíble.
El objetivo principal de la bioimpresión es utilizar estas biotintas para fabricar estructuras humanas en 3D, como órganos o tejidos, con una biocompatibilidad elevada para que logre restaurar la función de un tejido enfermo o reemplazar un órgano dañado. Por otro lado, también busca ser útil para dejar de utilizar modelos animales en el estudio de la farmacología, evaluando el potencial de nuevos fármacos en tejidos impresos.
Trasplantes y bioimpresión
Actualmente, existe una alta necesidad de órganos para trasplantes debido a, entre otras causas, el aumento de la esperanza de vida en la sociedad y existe una falta considerable de donantes para la mayoría de esos casos. La bioimpresión está buscando solucionar esta problemática de la falta de órganos disponibles para donación, y a la vez poder reducir costos y eliminar cualquier dificultad de compatibilidad en los trasplantes.
Por su parte, la empresa Cellink, en Estados Unidos, se ha enfocado en desarrollar bioimpresoras junto con materiales de bioimpresión innovadores para su utilización en cultivo de células tridimensionales, y lograr una medicina más personalizada. Este tipo de tecnología la están utilizando para imprimir órganos como el hígado y tejidos como el cartílago.
La bioimpresión está logrando que los investigadores biomédicos mejoren tratamientos enfocados a diferentes patologías. Esto gracias a la utilización de órganos impresos con características específicas que permiten el análisis de las interacciones de fármacos y otras sustancias.
En un futuro bastante cercano se podrá utilizar para resolver problemas de falta de órganos para trasplantes de estructuras tan complejas como el corazón, y ayudar en el abordaje de tumores, personalizando cada caso particular.