Evaluación económica de la cadena de suministro
Siendo dueño de un hospital, socio, administrador, médico o Ingeniero Biomédico o cualquier interesado con capacidad en la toma de decisiones del centro de salud, al momento de planear la compra de equipo médico es necesario realizar una evaluación económica integral de las opciones disponibles en el mercado, puesto que en la actualidad existe una gran cantidad de marcas emergentes en oriente y al igual que las marcas más reconocidas a nivel internacional, todas ofrecen calidades distintas.
Para llevar a cabo una Evaluación económica integral de la cadena de suministro de un equipo médico, hay que conocer el CICLO DE VIDA DE LA TECNOLOGÍA MÉDICA, que es una representación teórica de todos los procesos por los que pasa un equipo médico, propuesta por la OMS en 2003, pues si entendemos cómo es que “existe” un equipo médico, podremos tener la capacidad de tomar mejores decisiones a la hora de su compra.
- Las primeras etapas del ciclo se desarrollan fuera de las instituciones de salud y antes de la manufactura del equipo, pues todo comienza con la evaluación de las necesidades médicas, la investigación, desarrollo, fabricación y comercialización del producto. En ocasiones el desarrollo de la tecnología médica puede llevar de la mano la participación de los hospitales en ciertas etapas como en los ensayos.
- Las siguientes etapas se desarrollan en el ámbito clínico, comenzando por una EVALUACIÓN TECNOLÓGICA Y ECONÓMICA, abarcando la cadena de suministro mediante la evaluación, planificación y adquisición, continuando con la adquisición del equipo, su entrenamiento, operación continua y mantenimientos hasta que su ciclo de vida útil finaliza y deja de ser operativo. Es precisamente al inicio de esta segunda mitad donde se debe hacer a conciencia este ANÁLISIS DE LA CADENA DE SUMINISTRO, pues es en este punto donde se va a proyectar si la inversión tendrá buenos rendimientos.
En primera instancia es necesario EVALUAR LAS NECESIDADES DEL EQUIPO QUE SE REQUIEREN, pues no es lo mismo un equipo básico y austero, a una configuración más específica, con mayor precisión o con más funciones. En términos generales, puede existir en promedio una diferencia de costos de entre 10% y 40% entre el modelo básico y el modelo más equipado de determinado equipo médico. Otra cuestión en este punto es la NORMATIVA, pues existen regulaciones oficiales que determinan las características mínimas indispensables que deben cumplir los equipos, por lo tanto, es importante analizar las necesidades particulares del hospital y empatarla con la parte normativa vigente.
Después se analizan las distintas opciones en el mercado que se pueden ordenar por la gama de calidad, esto ayuda a enfocarnos en el rango de marcas adecuado del producto que buscamos. Es recomendable considerar por lo menos 3 opciones distintas para extender la posibilidad de examinar la mayor cantidad de equipos que se ajusten a lo que se busca y posteriormente recomendamos tomar en cuenta 5 puntos importantes:
- Que el equipo CUMPLA CON LAS CARACTERÍSTICAS DESEADAS, incluyendo dimensiones, funciones, los accesorios y consumibles necesarios para su operación, la generación o año de fabricación, los tiempos de entrega, la calidad y seguridad para el paciente, entre otros.
- El COSTO NETO del equipo.
- El SERVICIO POST VENTA, que engloba el tema de las capacitaciones, tiempo de respuesta a dudas o problemas con el equipo, el tiempo de garantía, los mantenimientos incluidos dentro de la garantía y el contacto periódico del fabricante con el hospital para verificar si existe algún tema a tratar respecto al equipo.
- Los COSTOS QUE QUEDARÁN FUERA DE LA GARANTÍA, como los mantenimientos preventivos posteriores a la fecha de garantía o los mantenimientos correctivos, el costo de los sensores y consumibles, las refacciones y piezas que pudieran sufrir algún desperfecto.
- La DISPOSICIÓN FINAL del equipo, si el fabricante se hará responsable del equipo al final de su vida útil o eso ya corre por cuenta del hospital.
En la práctica de dicha evaluación en nuestro país, la verdad es que, en la mayoría de los centros de salud, clínicas y hospitales, solo se considera el costo neto del equipo y si cumple con las características deseadas, lo que puede llevar a un gasto mayor al no considerarse los costos de mantenimientos preventivos, la reparación del equipo, la existencia o costo de sus refacciones, sensores y consumibles. Y como ha ocurrido en muchos casos, una compra mal planeada puede llegar a ser muy costosa, con un tiempo de vida corto y con una relación costo-beneficio desproporcionada para mal.